Archivo mensual: junio 2015

Tarta Mickey Mouse 2.0

Hoy os traigo la tarta del tercer cumpleaños de Mikel, un superfan de Mickey Mouse. Y como buen superfan, aparte de tener unos pantalones de Mickey super chulos (igualitos, rojos con los botones blancos!), su tarta tenía que ser de Mickey… Y de Mickey fue 🙂

¿Os acordáis de la tarta del cumple de Pau? Pues os presento la versión 2.0:

Como una tarta de tres pisos tiene muuuucha tarta para comer, de ésta únicamente se comía el piso inferior, el blanco. Los otros dos eran tartas falsas, o dummies, cubiertas con fondant.

Aunque anteriormente ya había cubierto la otra cabeza de Mickey, esta vez lo consideraba como mi primer dummie (en realidad en forma de tarta sí que era el primero) y aunque si te pones a leer en internet lees de todo (desde que es facilísimo hasta que les resulta del todo imposible…) y te entra la preocupación, cuando me puse a ello, la verdad es que se cubrió muy fácilmente. Eso sí, con lo alto que era el dummie tuve que extender una capa de fondant rojo infinita! Pero vamos, sin problemas, redondeé un poco los bordes para que no fueran muy afilados, lo cubrí con un poco de grasa y cubierto en un pispás. Y con la cabeza de Mickey creo que hasta batí un record al cubrirla. Luego los detalles fueron otra cosa 😀 Eso sí, es importante usar un fondant que te responda bien, y yo me compré fondant rojo y negro de mi marca más súper favorita, que me vale tanto para un roto como para un descosido: Kelmy. De las que he probado es la que más me gusta y para mí, la más versátil. Se maneja bien, cubre bien, para modelado también va bien, de sabor no está nada mal (para ser fondant…) y huele genial! Y además en blanco la venden en Mercadona que tenerla ahí al lado de un apuro te saca 😀 (Y no, Kelmy no me paga ni nada…)

Mientras os suelto el rollo, una vista trasera:

Bueno, la cabeza de Mickey está hecha con una bola de porexpán de 15 cm. de diámetro, cortada como un dedo más abajo de la mitad de la bola. Las orejas eran de cartón (como la del muñeco pinpón). Todo forrado con fondant negro. Y los detalles con fondant blanco teñido de color carne y blanco para los ojos. Los ojos y los guantes están pintados con rotulador negro de tinta comestible. Pude comprobar que sobre el fondant bien bien seco (de un par de días) pintan genial (en los guantes) y con el fondant seco de 24 horas pintan bien pero un poco regulero (en los ojos). Y el dummie rojo es un dummie de 20 cm. de diámetro y 10 cm. de alto (alta, alta!) forrado con fondant rojo. La cinta amarilla es fondant blanco teñido de amarillo y los botones y los guantes de fondant blanco.

La tarta, la comestible, es de 24 cm. de diámetro, de bizcocho con vainilla y rellena de buttercream de chocolate con leche (ya ha llegado el calor y aparco temporalmente y con mucha pena la ganache) y cubierta con fondant blanco. Decorado con siluetas de Mickey en fondant negro, lunarcitos de varios tamaños amarillos y rojos y el nombre del cumpleañoso en rojo.

Una vista lateral:

Con esta tarta, al ser una segunda versión, aproveché para quitarme algunas espinitas que se me quedaron al hacer la primera, sobretodo con la cabeza. En el cumple de Pau, se me echó el tiempo encima (las fechas navideñas no ayudaron) y medio decidí no hacerla por falta de tiempo, al final la hice peeero deprisa y corriendo en escasa media hora…Y se nota un poquito 🙂  Esta vez, previo estudio de proporciones, cortamos la bola en el sitio justo para que asomara sólo hasta la nariz, las orejas eran de su tamaño (si cortas el cartón justo del tamaño que las quieres luego al cubrirlas siempre se quedarán más grandes…) y sobretodo a la hora de pintar los ojos, fueron los de Mickey. Yo creo que el detalle imprescindible para que Mickey sea Mickey y no cualquier otro ratón es justo ese: los ojos. Y esta vez sí, los conseguí!

Y para acabar, decir que me dijeron que gustó mucho, textualmente que era la mejor tarta de fondant que habían probado, y yo bailé un poco la Mickey Danza para celebrarlo 😀

Ahí va, ahí va, ahí va que te va!

La cosa funcionando está

Y todo así se arreglaraaaaaaaaaaá

Ahí va, ahí va, ahí va que te va!

Informó la repostera más dicharachera 😉